La historia de Sare se remonta a tiempos antiguos, con vestigios que indican la presencia humana en la región desde la prehistoria. Sin embargo, el pueblo comenzó a tomar forma durante la Edad Media, cuando se establecieron las primeras construcciones y se consolidó como un importante centro agrícola y comercial.
Uno de los aspectos más destacados de la historia de Sare es su conexión con la cultura vasca, a pesar de pertenecer a la región francesa de Nueva Aquitania. El pueblo ha mantenido sus tradiciones a lo largo de los siglos, lo que se refleja en su lengua (el euskera), sus festividades y su gastronomía. La iglesia de San Juan Bautista, construida en el siglo XVII, es un ejemplo notable de la arquitectura religiosa vasca y un símbolo del patrimonio cultural del pueblo.
A lo largo de los años, Sare ha sido testigo de numerosos eventos históricos, incluyendo conflictos bélicos y cambios políticos. Sin embargo, ha logrado preservar su esencia y encanto, convirtiéndose en un lugar donde los visitantes pueden sumergirse en la rica herencia cultural del País Vasco.